jueves, 28 de julio de 2011

FRANCIA-ESPAÑA-INGLATERRA SIGLO XVII (HEGEMONÍA FRANCESA)

HEGEMONIA FRANCESA EN EL SIGLO XVII

FRANCIA BAJO LOS BORBONES
En 1598, Enrique IV intentó asegurar la paz interna en sus dominios, para lo cual promulgó el Edicto de Nantes, que garantizaba la libertad de conciencia a todos sus súbditos, salvaguardaba la libertad de culto público para los hugonotes en fortalezas y poblados específicos, y les aseguraba. la igualdad en el acceso a los cargos oficiales.

El reinado de Enrique IV supuso para Francia un periodo de recuperación tras las Guerras de Religión y el comienzo de un crecimiento económico renovado. La mayor parte de este periodo transcurrió en paz y las finanzas reales se restablecieron. En beneficio del campesinado, que suponía más del 90% de la población y que había sufrido los saqueos y la devastación de la guerra, Enrique anuló los atrasos debidos por arriendos y los impuestos sobre la tierra, prohibió que los acreedores embargaran el ganado o las herramientas, puso en venta las tierras públicas por debajo del precio de mercado y restringió los derechos de caza de los nobles sobre los campos cultivados. Para promover comercio, construyó canales, dragó ríos y restauró y construyó puentes y carreteras. Atrajo a Francia a artesanos extranjeros para desarrollar nuevas industrias e introdujo el cultivo de las moreras, de las que se alimentan los gusanos de seda, para asegurar el abastecimiento de seda en bruto para la industria de este sector.

A finales de la primera década del siglo XVII, la economía era floreciente y la autoridad, real estaba de nuevo firmemente establecida. Sin embargo, el clero católico se opuso a la tolerancia oficial hacia los hugonotes. En 1610 un religioso fanático (o un agente de los Habsburgo, el dato no es claro) asesinó al rey. Enrique, rechazado por su pueblo como herético en 1589, fue llorado por casi todos los franceses tras su muerte.

LUIS XIII Y RICHELIEU
A Enrique le sucedió su hijo de nueve años de edad, Luis XIII. Durante los primeros 15 años de su reinado, el país inició una regresión bajo la ineficaz dirección de la reina madre María de Médicis, y, después, bajo el indeciso gobierno de un joven e inexperto rey. En 1624, Luis eligió como primer ministro al Cardenal Richelieu, que fue el gobernante efectivo de Francia durante los siguientes 18 años. Las principales metas de Richelieu consistieron en eliminar a todos los rivales del poder real y contener las amenazas del extranjero.

Política interior
Para acabar con el poder político de la nobleza, Richelieu ejecutó a varios de sus más eminentes y peligrosos miembros, y derribó los castillos que podían ser utilizados como centros de resistencia, convirtiendo al rey en un monarca absoluto. Para socavar la autoridad de los nobles y asegurar el fiel desarrollo de la política real en las provincias, Richelieu dividió el país en 30 nuevos distritos administrativos y al frente de cada uno de ellos colocó a un Intendente, un oficial real nombrado entre miembros leales de la clase media. Los intendentes asumieron gradualmente enormes poderes políticos, judiciales y financieros en sus distritos. Mientras tanto, al considerar que la fuerza de los hugonotes franceses era una amenaza para el poder absoluto del rey, sitió su fortaleza de La Rochela, en 1628. Los hugonotes perdieron el poder militar y político; a pesar de ello, se les aseguró la libertad religiosa.
Rlchelieu fomentó el desarrollo de la flota mercante, fundó compañías de comercio exterior y apoyó la expansión colonial. La colonización sistemática comenzó en Canadá y se establecieron las primeras factorías comerciales en África y en las Indias Occidentales. Para proteger el comercio y las colonias organizó la Armada Francesa, construyendo una flota de galeras en el Mediterráneo y una flota de cuarenta veleros en el Atlántico.
La inflación, el aumento de los impuestos y, después de 1635, la devastación producida por los ejércitos invasores sumió a la mayoría del campesinado en una profunda miseria.
Las revoluciones campesinas se sucedieron en Borgoña entre 1625 y 1630, en el sur entre 1636 y 1637, Y en Normandía en 1639. Todas fueron duramente reprimidas.

Política exterior
Cuando Richelieu se convirtió en el primer ministro del rey en 1624, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), conflicto civil y religioso surgido en los Estados alemanes y que llegó a ser una guerra europea general, se encontraba en su primera década. En 1635, cuando parecía que los Habsburgo (que detentaban el poder del Sacro Imperio Romano Germánico) podían unificar toda Alemania bajo su mandato, Richelieu introdujo a Francia en la guerra corno aliada de los protestantes suecos y holandeses contra los Habsburgo católicos. Richelieu murió en 1642.

LUIS XIV Y MAZARlNO
Luis XIII murió en 1643, dejando el trono a su hijo de cinco años. Su viuda, Ana de Austria, nombró como Primer Ministro al protegido de Richelieu, el Cardenal Giulio Mazarino y tutor de Luis XIV. Mazarino continuó la política absolutista de su predecesor. A nivel externo, culminó de forma victoriosa la guerra con los Habsburgo. La Paz de Westfalia (1648) concedió la mayoría de Alsacia al reino de Francia, y aseguró la división de los territorios alemanes. Por la Paz de los Pirineos (1659), firmada con España, Francia consiguió
Artois en el norte y el Rosellón en la frontera española.
Las ambiciones de los Habsburgo habían sido bloqueadas y Francia salió de la guerra como la gran vencedora.
A nivel interno, reprimió el primer esfuerzo coordinado de la aristocracia y la burguesía para invertir la concentración de poder en el rey realizada por Richelieu. En 1648, el Parlamento de París, en alianza con los burgueses de la ciudad, protestó contra los elevados impuestos y, con el apoyo de los artesanos, hicieron estallar una rebelión contra la Corona, denominada La Fronda. Poco después de que finalizara, los nobles amotinados del sur se rebelaron y, antes de que la revolución fuera aplastada, una guerra civil arrasó de nuevo diversas zonas de Francia. A pesar de esto, la Fronda fracasó en su intento de impedir la centralización del poder y, hasta la década de 1780, los estamentos privilegiados no desafiaron de nuevo a la autoridad de la Corona.
A la muerte del cardenal Mazarino en 1661, Luis XIV anunció que en lo sucesivo él sería su propio primer ministro ("El Estado Soy Yo"). Durante los siguientes 54 años, gobernó Francia de manera personal y consciente, convirtiéndose en el modelo del monarca absolutista que gobernaba por derecho divino.

Política interna de Luis XIV
Estableció un número determinado de consejos consultivos y, para ejecutar sus instrucciones, los dotó de hombres capaces y completamente dependientes de su persona.
La demanda de los parlamentos provinciales de un veto sobre los decretos reales se silenció totalmente. Los nobles potencialmente peligrosos, por ser descendientes de la antigua nobleza feudal, quedaron unidos a la corte a través de cargos prestigiosos pero de carácter ceremonial, que no les dejaban tiempo libre para su actividad política. La burguesía se mantuvo políticamente satisfecha con la garantía de orden interno que le ofrecía el gobierno, el fomento activo del comercio y la industria y las oportunidades de hacer fortuna explotando los gastos del Estado.

Encargó la economía francesa a su ministro Jean-Baptiste Colbert, el gran exponente del Mercantilismo. Subvencionó a la industria, estableció aranceles para eliminar la competencia exterior y controles de calidad en la producción industrial, desarrolló mercados coloniales que fueron monopolizados por los comerciantes franceses, fundó compañías comerciales ultramarinas, reconstruyó la Armada y, en el interior, construyó carreteras, puentes y canales.

Antes de finalizar su reinado, los gastos de las guerras habían arruinado la mayor parte del trabajo de Colbert en el ámbito económico y, en 1685, el rey asestó un golpe a la débil economía del Estado al revocar el Edicto de Nantes. Convencido de que la mayoría de los hugonotes se habían convertido al catolicismo, prohibió el culto público protestante, los predicadores fueron expulsados del país y se destruyeron sus centros de reunión. A pesar de la amenaza de elevadas multas, entre 200.000 y 300.000 hugonotes abandonaron Francia; la mayoría eran artesanos especializados, intelectuales y oficiales del ejército; en definitiva, valiosos súbditos que Francia no podía permitirse el lujo de perder.
Luis XIV, gracias al poder de nombrar a los obispos, consiguió un dominio firme sobre la jerarquía eclesiástica. El monarca gobernaba como representante de Dios en la Tierra, y la obediencia del clero le proporcionó la justificación teológica de su derecho divino. Un movimiento disidente, el jansenismo, que se desarrolló en el siglo XVII, constituyó una amenaza política por el énfasis que daba a la supremacía de la conciencia individual, por lo que el monarca buscó combatirlo desde sus comienzos.
Luis XIV mando a construir el gran Palacio de Versalles, incomparable en tamaño y magnificencia, un monumento de la arquitectura, pintura, escultura, diseño interior, jardinería y tecnología constructiva de Francia. El Rey Sol, fue un destacado mecenas de las artes. Intentó elevar el nivel cultural mediante la fundación de la Academia de Bellas Artes y la Academia Francesa en Roma; además, ayudó a los autores con aportaciones económicas y fomentó sus trabajos, nombrando a un surintendant (super­ visor) de música para elevar la calidad de las composiciones y de los conciertos. Creó también la Academia de las Ciencias.

Política externa
Luis XIV condujo a su país a cuatro guerras costosas. En todas ellas continuó la política de contener y reducir el poder de los Habsburgo, extender las fronteras francesas hasta posiciones defendibles y conseguir ventajas económicas. Su ministro de Guerra, el Marqués de Louvois, organizó un poderoso ejército de 300.000 hombres entrenados, disciplinados y bien equipados. En 1667, el monarca empleó este ejército para hacer valer su reclamación (basada en su matrimonio, en 1660, con María Teresa, hija del rey Felipe IV de España) sobre los Países Bajos españoles. Una hostil alianza de poderes marítimos le indujo a negociar un compromiso de paz en 1668. La recompensa francesa fueron once fortalezas en la frontera nororiental.

En 1672 las consideraciones estratégicas y económicas llevaron a Luis a atacar las Provincias Unidas (parte de los Países Bajos no sujeta a dominación española), donde pronto se enfrentaría no sólo con los holandeses, sino también con una poderosa coalición. Francia consiguió tras la Paz de Nimega (1678), que puso fin a la guerra, el Franco Condado en la frontera oriental y una docena de ciudades fortificadas en el sur de los Países Bajos.

En 1689, una alianza de poderes europeos, la Liga de Augsburgo, entró en guerra con Luis XIV para poner fin a su política de anexionar territorios adyacentes a ciudades conseguidas en tratados anteriores. Los ocho años de guerra terminaron con la Paz de Ryswick, acuerdo en el que ambas partes renunciaron a sus conquistas, aunque Francia retuvo la ciudad de Estrasburgo en Alsacia. Los combatientes habían resuelto solucionar sus diferencias debido a que una nueva crisis internacional asomaba en el horizonte.
Carlos II, rey de España, no tenía heredero directo. Un mes antes de su muerte, nombró para sucederlo al nieto de Luis XIV, Felipe de Anjou. Aunque Luis había defendido anteriormente la división de la herencia de la monarquía española, decidió apoyar la candidatura de su nieto a todo el territorio. Los otros Estados europeos temieron las consecuencias de la gran extensión del poder de los Borbones que esto generaría, y se unieron en una coalición para evitarlo. La Guerra de Sucesión Española duró trece agotadores años. Al final, Luis consiguió su principal objetivo y su nieto Felipe de Anjou se convirtió en rey de España con el nombre de Felipe V.

Fin de Luis XIV
La guerra, junto al frío invierno de 1709 y a una escasa cosecha, provocó en Francia numerosas revueltas por la falta de alimentos y en demanda de reformas políticas y fiscales. Una epidemia de viruela que tuvo lugar entre 1711 y 1712 acabó con la vida de tres herederos al trono, dejando un único superviviente por línea directa, el biznieto de Luis, que tenía 5 años de edad. Luis XIV murió en Versalles el 1º de septiembre de 1715, tras 73 años de reinado.

VIDEO. La EUROPA DEL REY SOL


VIDEO: VERSALLES


VIDEO: PALACIO DE VERSALLES


ESPAÑA EN EL SIGLO XVII

LOS AUSTRIAS MENORES
La principal innovación en el funcionamiento del sistema político de la monarquía española en el siglo XVII fueron los validos. Los validos son personajes; miembros de la aristocracia, en los que el rey depositaba su total confianza. El monarca se desentendía de las labores de gobierno y el valido tomaba las principales decisiones.
Dos razones explican su aparición: las labores de gobierno eran cada vez más complejas y los monarcas españoles del siglo XVII, los Austrias Menores no destacaron por su espíritu laborioso. Sin embargo, no fueron un fenómeno exclusivamente español, figuras similares aparecieron en otras monarquías europeas. Los mejores ejemplos fueron Mazarino o Richelieu en Francia. Los validos gobernaron al margen del sistema institucional de la monarquía, al margen de los Consejos. En su lugar, como órganos de asesoramiento, crearon Juntas reducidas compuesta por sus propios partidarios. El nuevo sistema significó un aumento de la corrupción. Los validos aprovecharon su poder para conseguir cargos, pensiones y mercedes para sus familias y partidarios, lo que provocó críticas generalizadas por parte, sobre todo, de los letrados que formaban los Consejos y los miembros de la aristocracia que no gozaban del favor del valido. Los principales validos fueron el Duque de Lerma y Duque de Uceda (Felipe III), Conde-Duque de Olivares y Luis el Haro (Felipe IV); el Padre Nithard, Fernando Valenzuela durante la Regencia de Mariana de Austria (1665- 1675), Duque de Medinaceli y Conde de Oropeza(Carlos 11).

Otro fenómeno que se generalizó en la administración española del siglo XVII fue la venta de cargos. Lo inició en épocas anteriores la Corona como medio para obtener dinero rápido. Su uso se extendió con Felipe III. En principio, se pusieron en venta cargos de regidores en las ciudades, escribanías y otros oficios menores. Sin embargo, se llegaron a vender puestos en los Consejos. Estos cargos se convirtieron en hereditarios, lo que en la práctica significó que la Corona cedía parte de su poder a los que detentaban los cargos. Pese a las muchas protestas que hubo, esta costumbre se mantuvo durante todo el siglo XVII.

Felipe III continuó la política de intolerancia religiosa, decretando en 1609 la expulsión de los moriscos. Esta medida afectó especialmente a los reinos de Aragón y Valencia y' provocó el despoblamiento de determinadas zonas y falta de mano de obra agrícola. Sus validos fueron el Duque de Lerma y Duque de Uceda.

El valido de Felipe IV, el Conde-Duque de. Olivares, trató de que los demás reinos peninsulares colaboraran al mismo nivel que Castilla en el esfuerzo bélico que agobiaba a una monarquía con graves dificultades financieras. España participaba en esos momentos en la guerra de los Treinta Años. Este proyecto de Olivares, conocido como la "Unión de Armas" desencadenó la crisis más grave del siglo XVII, la crisis de 1640.

La negativa a colaborar de las Cortes Catalanas (1626 y 1632) no impidió que Olivares decidiera llevar tropas para luchar contra Francia a través del Principado. Muy pronto los roces de las tropas castellanas e italianas con el campesinado alentó el descontento que terminó por estallar en el Levantamiento del Corpus de Sangre el 7 de junio de 1640. La muerte del Virrey fue solo el inicio de una guerra de Cataluña entre los rebeldes catalanes, dirigidos por la Generalitat con el apoyo de Luis XIII de Francia y las tropas de Felipe IV. La guerra civil concluyó cuando Barcelona fue recuperada por las tropas españolas en 1652.-

Animadas por la rebelión catalana, los estamentos dirigentes portugueses se lanzaron a la rebelión. Las Cortes portuguesas proclamaron rey al Duque de Braganza. Los rebeldes fueron apoyados por Francia e Inglaterra, potencias interesadas en debilitar a España. Finalmente, Mariana de Austria, Madre regente de Carlos II, acabó reconociendo la independencia de Portugal en 1668.

INGLATERRA EN EL SIGLO XVII

LOS ESTUARDO
La ascensión al trono del rey escocés Jacobo IV como Jacobo I de Inglaterra (reinó entre 1603 y 1625) unió las coronas de Inglaterra y Escocia. Era hijo de la prima de Isabel, María I Estuardo. Los puritanos estaban cada vez más insatisfechos con la Iglesia de Inglaterra, a la que consideraban demasiado católica. En 1605, la Conspiración de la Pólvora, un complot católico que tenía como objetivo la voladura del Parlamento, confirmó los recelos ingleses hacia Roma. La inquietud religiosa alcanzó su punto álgido cuando el antipuritano William Laud se convirtió en arzobispo de Canterbury entre 1630 y 1640.
Durante el reinado de Carlos I(que reinó entre 1625 y 1649) se produjo el enfrentamiento entre el rey defensor de una monarquía por derecho divino, y el Parlamento, que insistía en mantener la independencia de sus derechos. El Presidente del Tribunal Supremo, Edward Coke, apoyó la decisión parlamentaria de procesar a los ministros del rey (1621) y contribuyó a crear la Petición de Derechos en 1628 que, al igual que la Carta Magna, obligó a Carlos I a admitir limitaciones en su autoridad.
El Parlamento Largo utilizó la crisis para conseguir el control sobre el gobierno. Liberó a los prisioneros políticos, arrestó y ejecutó al arzobispo Laud y a Thomas Wentworth, primer Conde de Strafford, culpándolos de dirigir la política del rey.

LA GUERRA CIVIL
La división nacional se exacerbó todavía más cuando Carlos intentó arrestar a algunos miembros del Parlamento acusados de conspiración. Al fracasar esta acción, los partidarios del rey abandonaron el Parlamento, mientras que la parte restante, los puritanos, hicieron entonces una llamada a las armas; Carlos también reunió sus fuerzas. El enfrentamiento era inevitable; en octubre de 1642 se sostuvo la primera batalla en Edgehill. Los parlamentarios ganaron finalmente la Guerra Civil inglesa gracias al apoyo de Escocia y, sobre todo, debido al liderazgo militar de Oliver Cromwell, que creó las unidades militares que servirían de base para el Nuevo Ejército (New Model Army). Con el apoyo de estos nuevos regimientos, Cromwell depuró el Parlamento de todos los miembros opositores. El Parlamento Rabadilla (Rump Parliament); llevó a juicio a Carlos I que fue ejecutado el 30 de enero de 1649; abolió la monarquía y la Cámara de los Lores y estableció un régimen republicano (denominado Protectorado o Commonwealth) en Inglaterra que aunaba aspectos monárquicos y parlamentarios.

EL PROTECTORADO DE CRONWELL
Se creó un nuevo Consejo de Estado que dependía del Ejército y, ante la escasa legitimidad del Parlamento Rabadilla, Cromwell se convirtió en el dueño de la situación. Entre 1649 y 1651 sometió a Irlanda y Escocia, que se incorporaron al Protectorado (Commonwealth). En 1653 disolvió el Parlamento Rabadilla, cansado de su oposición. Tras el experimento del Parlamento de Barebone (Barebone's Parliament), que se disolvió en diciembre de 1653, redactó un texto adoptado por el Consejo de Estado, apoyado por el Nuevo Ejército (conocido como Instrumento de Gobierno), el único intento en la historia británica de una de una constitución escrita, confió el poder a Cromwell ron el título de Lord protector de la República de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Cromwell aceptó una segunda cámara en el Parlamento y el derecho a nombrar a su sucesor, pero rechazó el título de rey.

El Acta de Navegación (1651) provocó las Gue-
rras Anglo-holandesas de 1652 a 1654, con las que Inglaterra obtuvo algún éxito. Jamaica fue arrebatada a España en 1655. En alianza con Francia, las fuerzas inglesas vencieron en la batalla de las Dunas en 1658 y tomaron Dunkerque, en Francia.
El protectorado colapsó tras la muerte de Cromwell en 1658, y su hijo, Richard Cronwell, se mostró incapaz de conseguir el respeto del Ejército. En la confusión que siguió, el general George Monck, comandante en Escocia, marchó sobre Londres, volvió a reunir al Parlamento Largo, y preparó la vuelta del exilio del hijo mayor del rey Carlos I.

EL RETORNO DE LOS ESTUARDO
Inglaterra dio la bienvenida a Carlos II en mayo de 1660 e intentó que las osas fueran como en 1642. En 1673, la más importante de las Test Acts excluyó a los católicos de los cargos públicos. La conjura papista de 1678 y la acción de no incluir a Jacobo, el hermano, católico del rey, en la sucesión al trono, mostró dos tendencias Políticas formación los whigs, que defendían la supremacía del Parlamento y solicitaban la exclusión de los católicos del trono inglés y los tories, que eran anglicanos, partidarios de la prerrogativa real y no se oponían a Jacobo, siempre que ofreciera garantías en el terreno religioso. El rey murió en 1685, y el trono pasó a Jacobo.
La restauración monárquica fue una reacción contra el puritanismo en el plano moral y en el ámbito literario, como lo demuestra la aparición de Paraíso Perdido, escrito por John Mllton en 1667 y de El Peregrino de John Bunyan, publicado entre 1678 Y 1684. En 1662 Carlos instituyó la Sociedad Real para promover el estudio de las ciencias naturales. Por otro lado, se asistió a un desarrollo de las nuevas tendencias artísticas y arquitectónicas, como se puso de manifiesto tras el incendio de Londres en 1666, cuando Christopher Wren llevo a cabo la reconstrucción de la ciudad.

LA REVOLUCIÓN GLORIOSA
Jacobo II pronto perdió la buena voluntad con la que había iniciado su reinado. Sus oponentes, incitados por la Declaración de Indulgencia (1688), favorable a los católicos, y por el nacimiento de un hijo lo que posibilitaba una sucesión católica pidieron a Guillermo III de Orange, un protestante, estatúder (jefe o magistrado supremo) de los Países Bajos y esposo de la hija mayor del rey, María Estuardo, que salvaguardara la herencia de su esposa. Después de que Jacobo huyera a Francia, Guillermo formó un gobierno provisional. En 1689 el Parlamento concedió la corona a ambos solidariamente con la condición de que aceptaran la Declaración de Derechos (Bill of Rights). Este movimiento fue denominado la Revolución Gloriosa; el Parlamento se convirtió en soberano e Inglaterra prosperó. Fue una victoria conjunta de los principios whig y del pragmatismo tory. Los dos Tratados sobre el gobierno civil (1690) de John Locke dieron a estos hechos una atractiva justificación teorética. La revolución transformó la monarquía absoluta de los Estuardo en una monarquía constitucional y parlamentaria. Aquéllos que no juraron fidelidad a los nuevos reyes recibieron el nombre de jacobitas. Después de la masacre de Glencoe, en Escocia, y la batalla de Boyne, tras la que aumentó la represión hacia los católicos en Irlanda, jacobitas y católicos se sometieron.
Los dos Tratados y Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), basado en el ernpirisrno y en el sentido común, de John Locke, y los Principios de Isaac Newton (1687), que integraban las leyes del movimiento con la teoría universal de la gravedad; dieron a Inglaterra un lugar destacado en el mundo del pensamiento.

Autoevaluación

1. Señale aquello que no es una obra del gobierno de Felipe II:
A) Apoyó la reforma Católica en contra de los grupos protestantes.
B) Se iniciaron autos de fe en Valladolid y otras ciudades.
C) Construyó el palacio de San Lorenzo de "El Escorial”.
D) Se dio gran impulso a las conquistas de México por Hernán Cortez y el Perú por Francisco Pizarro.
E) Se combatió a los Turcos, derrotándolos en el Combate de Lepanto'

2.- Con respecto al gobierno de Felipe II:
A) Derrota a los Turcos en el Combate de Lepanto.
B) Construye el Palacio de San Lorenzo.
C) Se produce la anexión del Portugal.
D) Construye la "Armada Invencible" contra Inglaterra.
Son correctas:
A) Sólo A y B
B) Solo B y C.
C) Sólo A y C
D) Sólo c y D
E) Todas

3. El tratado de Cateau Cambrésis, puso fin a las "Guerras de Italia", en 1559, siendo firmado por:
A) Carlos V y Francisco I
B) Felipe II y Enrique II
C) Felipe III y Luis XIII
D) Felipe IV y Luis XIV
E) Carlos I y Enrique IV

4. El primer ministro de Luis XIV fue:
A) Louvois
B) Mazarino
C) Sully
D) Richelieu
E) Vauban

5. La "Guerra de los Treinta años" termina con el tratado de:
A) "Las Damas"
B) Cambrai
C) Utrecht
D) Westphalia
E) Augsburgo

6. El palacio de Versalles fue construido por el rey:
A) Enrique IV
B) Luis XIII
C) Francisco I
D) Carlos IX
E) Luis XIV



7. Al finalizar la Edad Media, el estado absolutista que resultó de la centraliza- ción política en Europa occidental fue expresión del dominio de:
A) La Alta Burguesía
B) La Nobleza Feudal
C) Los comerciantes
D) El papado
E) La Monarquía

8. Señale aquello que no corresponde con el gobierno de Felipe II:
A) Convocó a la Santa Liga (junto a Venecia y a los Estados Pontificios), la cual derrotaría a los turcos en el Combate de Lepanto.
B) Construyó el palacio de San Lorenzo de El Escorial.
C) Se enfrentó a Isabel I de Inglaterra, para lo cual construyó la formidable "Armada Invencible".
D) Fue llamado "Líder de la Contrarreforma".
E) Ingresó a la "Guerra de los Treinta Años""en defensa de los católicos del SIRG.

9. Luego de las "Guerras de Religión", en Francia asumió el gobierno un ilustre hijo de la casa de Navarra, el cual se convertiría en el primer rey Borbón de dicho país. Tanta fue su ambición que se atrevió a afirmar: "… París, bien vale una Misa …"
A) Luis XIII
B) Luis XV
C) Enrique IV
D) Luis XVI
E) Luis XIV.

10. En el siglo XVI, España había logrado consolidarse como la primera potencia de Europa, gracias a la labor política de un hombre que se jactaba de tener territorios en todo el mundo, decía " .. , en mis dominios nunca se pone el sol..":
A) Felipe II
B) Carlos I
C) Carlos II
D) Felipe IV
E) Fernando de Aragón

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