REINOS BÁRBAROS

REINOS BÁRBAROS

REINOS ROMANOS GERMÁNICOS.VÁNDALO-OSTROGODO FRANCO- ANGLO SAJÓN 

LOS GERMANOS Y EL IMPERIO ROMANO

Desde el siglo I d.C., los germanos habían penetrado lentamente en el Imperio Romano, donde se establecieron pacíficamente.  

Muchos fueron instalados con sus familias en las fronteras, en tierras que se les otorgaron.  

También se le incorporó al ejército romano, donde llegaron a ocupar puestos destacados. Sin embargo, las primeras invasiones intensas hacia el Imperio se produjeron  en el siglo III, que aunque lograron ser contenidas, la amenaza permaneció latente. 

Esta peligrosa estabilidad no fue duradera.  

A fines del siglo IV se produjo una renovada presión de las tribus germanas, empujadas por los hunos, pueblos de jinetes nómadas del Asia Central.  

Entre los siglos V y VI, sucesivas oleadas de diferentes tribus germanas asolaron el territorio por el Este y el Oeste hasta que, por último, el Imperio Romano se fragmento en varios reinos germánicos. 

Los reyes  germanos demostraron una gran incapacidad para organizar un Estado poderoso. A diferencia del Imperio Romano, no lograron imponer una administración centralizada, con un ejército e impuestos generales.

Las violentas luchas por el poder llegaron a un nivel de crueldad increíble y se extendieron a toda la población, que vivía en una gran inseguridad. 

Las nuevas unidades políticas en que quedó dividida Europa occidental tras la caída del Imperio Romano fueron el punto de partida para el nacimiento de las naciones europeas. En cada uno de los territorios se fueron desarrollando características étnicas y lingüísticas propias, constituyéndose nuevos reinos que acabaron  por dar forma a los diversos idiomas y nacionalidades.

EL REINO VÁNDALO EN ÁFRICA.

Luego de arrasar las Galias y saquear España durante casi veinte años, los vándalos, dirigidos por Genserico, decidieron establecerse en el norte de África (428). Desde allí saquearon constantemente Italia.  

Finalmente, fueron conquistados  por el emperador de Oriente, Justiniano, en el año 553. 

EL REINO DE LOS VISIGODOS EN ESPAÑA (414-711).

El año 409 España fue invadida por tres pueblos bárbaros:

· Los vándalos, que se establecieron  en Vandalucía.

· Los suevos, que radicaron en Galicia.

· Los alanos en Lusitania (hoy Portugal). 

Los visigodos se establecieron en la región norte del Danubio, pero poco después, ante la amenaza  de los hunos, quienes ya habían destruido a los ostrogodos, se colocaron bajo la protección del Imperio Romano cuyo emperador, Valente, les permitió ubicarse en la zona de Tracia.

Transcurrido cierto tiempo se sublevaron, derrotando al ejército imperial en la batalla de Adrianópolis (378) en la que, inclusive, perdió la vida el propio emperador Valente.  

El sucesor, Teodosio, les favoreció más todavía asignándoles tierras en los Balcanes. 

ALARICO  I

Pero a la muerte de éste ocurrida en el año 395, los emperadores de Oriente estimularon a los visigodos a marchar contra el Imperio Romano de Occidente, hacia donde avanzaron conducidos por su rey Alarico, quien saqueó Roma durante tres días consecutivos, causando la más profunda impresión y desconcierto dentro del mundo civilizado año del 410.

Enseguida  Alarico se dirigió al sur  de Italia, pero murió en el trayecto. 

ATAULFO

Siendo entonces, sucedido por Ataulfo que después de efectuar la paz con el emperador Honorio, fue enviado como general romano, junto con sus huestes, a la región de Aquitania (entre los ríos Loira y Garona, Francia), como colaboradores del gobernador de las Galias con cuya misión pelearon, bajo el mando de Aecio, contra los hunos en el 451. 

Sin embargo, pronto los visigodos atravesarían  los Pirineos, dominaron a los alanos, suevos y vándalos y se adueñaron de la Península Ibérica, donde fundaron un reino poderoso cuya capital fue la ciudad de Toledo; reino que duró hasta el año 711, cuando los árabes, dirigidos por Tarik, vencieron al rey visigodo Don Rodrigo en la Batalla de Guadalete. 

Reyes visigodos notables fueron: 

· Teodoredo (418-451): Famoso rey y guerrero, que se inmortalizó en la célebre batalla de los Campos Cataláunicos 451 d. C., contra Atila, y en la que pereció. 

· Eurico (¿420? -484): Codificó el derecho consuetudinario de los visigodos. Su reino fue el más poderoso de Europa. 

· Leovigildo (573-586): Hábil gobernador y valeroso soldado. Mando construir numerosos caminos, impulsó el comercio y la agricultura e hizo acuñar monedas con su efigie. Siendo arriano (negaba la naturaleza divina de Cristo) encarceló a su hijo Hermenegildo, líder de los católicos de Andalucía y posteriormente le hizo dar muerte. España se vio envuelta en graves luchas religiosas, ya que la mayoría de hispano-romanos (antiguos pobladores) eran católicos, mientras que los visigodos profesaban el Arrianismo. 

· Recaredo (586-601): Hijo de Leovigildo, reunió el III Concilio de Toledo, capital del reino, y ante él renunció al Arrianismo, convirtiéndose al Catolicismo el año 589 que declaro lego religión oficial del Estado, con lo que se logró la unidad religiosa. También decretó la igualdad de derechos entre visigodos e hispano-romanos. 

· Recesvinto (649-672): En cuya época se promulgó el Fuero Juzgo  (o “Liber Ludiciorum”) famoso código en el que se recopilaron las leyes hispano-visigodas. Fue la base de toda la legislación española de la Edad Media, y significó la fusión del derecho romano y del derecho visigódico en el año 654. 

· Witiza (701-710) y Don Rodrigo (710-711): Fueron los dos últimos reyes visigodos, cuyos periodos se caracterizaron por la envidia y la traición, que permitió la irrupción de los árabes en España (711 d. C.) que puso fin a la dominación visigoda y señaló un nuevo derrotero de la historia de la Península Ibérica.

EL REINO DE LOS OSTROGODOS EN ITALIA (493-553). 

Los ostrogodos se ubicaron al norte del mar Negro. 

Durante el proceso de expansión de los hunos, fueron dominados por éstos hasta el año 453, en que recuperaron su independencia a raíz de la muerte de Atila.  

El emperador bizantino Zenón, frente a la amenaza latente de penetración en su Imperio por parte de los ostrogodos, decidió alejarlos de la región de los Balcanes y, por ello, los alentó a marchar sobre Italia, donde Odoacro se hacía cada vez más fuerte.  

Con este fin  EL emperador bizantino Zenón autorizó al rey ostrogodo Teodorico, en el año 488, para que conquistase Italia. En la primavera de ese año, Teodorico avanzó sobre la Península, logrando encerrar, al año siguiente, en la ciudad de Ravena a Odoacro, sitiándolo por espacio de tres años, al término de los cuales ambos caudillos acordaron repartirse el gobierno, trato que no llegó a cumplirse ya que durante un festín, realizado el 15 de marzo del 493, Teodorico asesinó a su rival Odoacro, adueñándose, en consecuencia, de toda la región de Italia y estableciendo, así, un reino floreciente cuya capital fue la misma ciudad de Ravena.

TEODORICO "EL GRANDE"

Pese, pues, al hecho de haber asumido al poder en circunstancias por demás crueles y sangrientas, sin embargo, Teodorico siguió una política justa y altamente beneficiosa para Italia por lo que la posteridad le reconoce como “El Grande”, en mérito a la inmensa labor que desarrolló.  

Desgraciadamente, el Reino Ostrogodo fue de corta duración ya que  a la muerte de Teodorico el Grande, ocurrida en 526, sus sucesores no pudieron continuar su obra, por lo que Justiniano, emperador bizantino, hacia el año 553, conquistó toda Italia y poco después los lombardos, otra tribu bárbara, se apodera del norte de la región repartiéndose, de esta manera, bizantinos y lombardos la posesión de Italia.

EL REINO DE LOS FRANCOS EN FRANCIA.

CLODOVEO

A diferencia de los visigodos y ostrogodos que fueron empujados  hacia el Imperio Romano durante el avance de los hunos, los francos fueron llamados por los emperadores romanos para servir como soldados auxiliares en la custodia de las fronteras del Rin, en la región  de las Galias.  

Mas con la caída y desmembración de Roma, en las Galias se formaron una serie de pequeños reinos bárbaros independientes y antagónicos, entonces los francos acaudillados por Meroveo, inician la labor de unificación que sería terminada por Clodoveo, nieto de aquel, entre los años 486 y 507, llegando de este modo a organizar un reino estable y duradero.  

Clodoveo logró esta unificación gracias a:

Su política militar como en la victoria de la Batalla de Tolbiac  enfrentamiento librado en el 496 entre los francos y los alamanes. Se dice que Clodoveo atribuyó su victoria al voto que había hecho de convertirse al cristianismo si ganaba con la ayuda del dios cristiano.  



BAUTIZO DE CLODOVEO

Clodoveo se había casado con una princesa burgundia cristiana, llamada Clotilde. Clodoveo recibe entonces el bautizo con unos 3.000 guerreros de las manos de San Remigio en Reims, el 25 de diciembre de 496. 

Su organización interna.

Su conversión al Cristianismo ocurrida en el 496 en la catedral de Reims, erigiéndose a partir de este momento en un ardiente defensor de la fe católica.  

A su muerte acaecida en el 511, sus descendientes continuaron  su labor  de asentamiento y extensión de sus dominios por el norte y centro europeo, fundando la llamada Dinastía Merovingia. 

Sin embargo, las luchas y ambiciones entre los miembros de la dinastía real, también se hicieron presentes,  hasta que en el curso de un siglo los merovingios agotaron su vitalidad, entregando las labores  del gobierno a los mayordomos de palacio, mientras que ellos se entregaron  a una vida de placer, lujo y ostentación, por lo que a los últimos monarcas se les conoce con el nombre de “Reyes Holgazanes”.  

BATALLA DE POITIERS

Un mayordomo notable fue Carlos Heristal, quien el 19 de octubre del 732, se hizo famoso  al detener el avance árabe en la Batalla de Poitiers, a raíz de lo cual y debido a los fuertes golpes que repartía en el combate, semejantes  a un martillo, fue apodado “martel” (martillo).  

Carlos Martel con su victoria en Poitiers, se convierte no sólo en el defensor del Cristianismo en Europa, sino que encumbró la mayordomía  en el Reino Franco ante el desprestigio de sus reyes, por eso al morir el año 741, su hijo Pipino el Breve, resolvió destronar al último Rey Holgazán, Childerico III, coronándose como nuevo rey en el año 751 con el consentimiento del papa Zacarías, quien sentencia: “Más vale que lleve el título de rey el que ejerce el poder regio y no aquel que carece de poder”. Con este acontecimiento la dinastía Merovingia llegaba a su fin, mientras que la nueva dinastía que se formaba adoptaba la denominación de Carolingia o Carlovingia y su hijo sucesor, Carlomagno, llegó a ser el emperador más brillante de la Edad Media. 

EL REINO DE LOS ANGLO-SAJONES EN INGLATERRA.  

Los primeros pobladores  de las islas Británicas (Inglaterra e Irlanda), eran de origen Celta y se llamaban bretones. 

De éstos al producirse la invasión romana con Julio César, fueron sometidos unos, mientras que otros se refugiaron en las montañas y en otros lugares alejados del país.  Pero cuando se realizaron las invasiones bárbaras, las guarniciones romanas fueron retiradas de dicho territorio.

Entonces los pictos y escotos, tribus británicas del Norte que no se habían sometido a Roma, invadieron la región sur de Inglaterra. Los bretones solicitaron auxilio a otros pueblos que habitaban las orillas del mar Báltico, acudiendo entonces los anglos y los sajones. 

Durante este proceso de conquista y asentamiento, se formaron varios reinos, de los cuales siete se constituyeron en forma fija determinando la llamada Heptarquía a saber: cuatro sajones (Sussex, Kent, Wessex y Essex) y tres anglos (Nortumberland, Mercia y Estanglia).  

Estos Estados se unificaron posteriormente bajo la dirección de Egberto, rey de Wessex, en el año 815. Impuso su autoridad sobre los demás,  estableciendo la monarquía inglesa, formándose el nuevo reino que se llamó Inglaterra o Países de los Anglos.  

Como anglos y sajones eran paganos, el papa Gregorio I envió en el año 596 a San Agustín y otros misioneros para que predicasen el Cristianismo, logrando la conversión  del rey de Kent, Etelberto, en el 597, a partir de lo cual empezó la difusión de la nueva doctrina entre los otros reinos anglosajones. 

El nuevo Reino Anglo-Sajón duró hasta el siglo XI cuando los normandos, dirigidos por Guillermo el Conquistador, se adueñaron de Bretaña.