martes, 20 de marzo de 2012

GOB. DE AGUSTÍN GAMARRA MESÍA(1829-1833)

Agustín Gamarra Mesía (*Cuzco, 27 de agosto de 1785 - † Ingavi, 18 de noviembre de 1841), político y militar peruano que fue Presidente Constitucional del Perú en dos periodos: de 1829 a 1833 y de 1840 a 1841, que no completó, pues falleció en labatalla de Ingavi, en Bolivia, durante el último intento de anexar dicha república al Perú, que fue una de sus más acentuadas obsesiones políticas. Gobernó también a título provisorio en 1829 y de 1838 a 1840. Encarna la figura del caudillo militar ambicioso con activa participación en la vida política peruana durante las primeras décadas de la República. Físicamente fue un mestizo de rostro desencajado.

Minibiografía

Hijo de Fernando Gamarra, escribiente español, y de Josefa Petronila Mesía, indígena de modesta cuna,[1] nació en el Cuzco e inició sus estudios en el Colegio de San Buenaventura de los frailes franciscanos y luego cursó Cánones en el de San Francisco. Pero abandonó la carrera religiosa y optó por la militar, enrolándose en las filas realistasen 1809.

Concurrió a las campañas y batallas en el Alto Perú contra los ejércitos argentinossirviendo bajo las órdenes de José Manuel de Goyeneche, Joaquín de la Pezuela, Juan Ramírez Orozco y José de La Serna. Actuó también en la represión de la rebelión de los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua (1814) y contra las guerrillas de indios del Alto Perú logrando derrotar a la Republiqueta de Larecaja. Subió por todos los escalones inferiores hasta el grado de Teniente Coronel. Pero se le involucró dos veces en conspiraciones tramadas por los patriotas y fue enviado a Lima (1820).

Poco después se sumó a la causa de la Independencia enrolándose en el Ejército Libertador de José de San Martín. Estuvo luego en dos expediciones enviadas a la sierra central y en la desafortunada campaña de Ica (1822). Durante la Segunda Campaña de Intermedios figuró como segundo del general Andrés de Santa Cruz (1823). Con la llegada de Bolívary el ejército grancolombiano, fue nombrado Jefe del Estado Mayor y como tal destacó en la Batalla de Ayacucho (1824). Fue nombrado Prefecto del Cuzco y Jefe del Ejército del Sur. En 1828, invadió Bolivia; firmó con dicha nación el Tratado de Piquiza y fue nombrado Mariscal.

Bajo las órdenes del Presidente del Perú José de La Marparticipó en la Guerra contra la Gran Colombia como Comandante general del Ejército peruano, pero ambicionó el poder y contando con la complicidad de los generales Antonio Gutiérrez de la Fuente y Andrés de Santa Cruz, derrocó a La Mar en plena guerra. Asumió entonces la Presidencia del Perú y acto seguido firmó la paz con la Gran Colombia por medio del Tratado Larrea-Gual. Este primer gobierno duró de 1829 a 1833 y se caracterizó por su autoritarismo y por su deseo de integrar Bolivia al Perú. En 1834 provocó una rebelión de sus partidarios contra el gobierno del electo Presidente Luis de Orbegoso; derrotado, salió desterrado aChile.

En1835, cuando Orbegoso y Santa Cruz pactaron para la realización de la confederación entre Perú y Bolivia, Gamarra se opuso pero fue derrotado en la Batalla de Yanacocha, teniendo que exiliarse nuevamente (1835). Conspiró desde Chile contra la constituida Confederación Perú-Boliviana encabezada por Santa Cruz e integró la Segunda Expedición Restauradora dirigida por el general chileno Manuel Bulnes. Desembarcada la expedición en el Perú, Gamarra intervino como Director General de operaciones en la campaña militar que culminó con la derrota de los confederados en la batalla de Yungay, tras la cual huyó Santa Cruz y finalizó la Confederación (1839). Gamarra ejerció provisionalmente la presidencia del Perú, hasta que el Congreso reunido en Huancayo lo ratificó como Presidente Constitucional del Perú. Este segundo mandato duró de 1839 a 1841. Volvió a intervenir en Bolivia, pero fue derrotado y muerto en la batalla de Ingavi (18 de noviembre de 1841).

Biografía ampliada

servicio de las armas españolas (1809-1821)

Gamarra se enroló en 1809 como cadete en el ejército realista que alistaba el general arequipeño José Manuel de Goyeneche contra el movimiento liberal iniciado en La Paz y poco después en Buenos Aires (1810). Pasó al Alto Perú y combatió en la batalla de Guaqui (1811), durante la cual tuvo un comportamiento que lo hizo acreedor al grado de Subteniente. Estuvo después bajo las órdenes del general Pío Tristán en los encuentros adversos de Tucumán (1812) y Salta(1813); y a las órdenes del general Joaquín de la Pezuela en los triunfos de Vilcapuquio y Ayohuma (1813).


Ostentando ya el grado de Capitán y en las filas del Regimiento N.° 1 (íntegramente formado por cuzqueños), solicitó sumarse a las fuerzas que el general Juan Ramírez Orozco alistaba contra el movimiento revolucionario que acaudillaron en el Cuzco los hermanos Angulo y el brigadier Mateo Pumacahua (1814). La expedición realista marchó desde Orurohasta entrar victoriosamente en La Pazy luego en Arequipa. Gamarra fue ascendido a Teniente Coronel el 7 de enero de 1815 y concurrió luego a la Batalla de Umachiri (11 de marzo de 1815), sangriento encuentro que puso término al movimiento patriota empezado en el Cuzco.


Gamarra integró la Junta de Purificación encargada de juzgar y castigar a los participantes de la revolución del Cuzco, pero por su benevolencia fue excluido del tribunal. Ocurría que entre los patriotas perseguidos figuraban varios de sus amigos y conocidos. Prudencialmente se le confió un puesto administrativo, en la contaduría provincial de Puno, pero al poco tiempo se le encargó combatir a las guerrillas altoperuanas, a las que redujo por la fuerza de las armas y ofreciéndoles indulto. No obstante, al terminar su misión, su batallón fue desarticulado (octubre de 1816) y fue acusado ante el Virrey Pezuela por su superior, el general español Mariano Ricafort. Pese a ello, el Virrey lo ascendió a la clase de Coronel y lo destacó a la provincia altoperuana de Tarija (mayo de 1817) con la misión de pacificarla.


Estando en el Alto Perú fue acusado de alentar una conspiración en el cuartel general de Tupiza, que debía iniciarse con la prisión de los jefes españoles, para marchar luego hacia La Paz y Cuzco al mismo tiempo que la Expedición Libertadora de San Martín llegaba a la costa peruana. No se le pudo probar nada, y se optó por trasladarlo a Lima, junto con el temido segundo batallón del Regimiento N.° 1, del que era jefe. Llegado a la capital (noviembre de 1820), fue despojado del mando de su batallón y designado como ayuda de campo del virrey José de La Serna. Su ascendente carrera militar en el ejército realista parecía acabada, pero se abría otra opción para él.

En las filas patriotas (1821-1825)

Puso fin a su fidelidad a la monarquía española, cuando junto con otros oficiales y soldados se presentó ante el cuartel general de San Martín en Retes (24 de enero de 1821), incorporándose así al ejército emancipador.

Fue enviado a la sierra central con la misión de formar un ejército regular en base a las montoneras que actuaban en la región. Llegó a Jauja, pero le fue difícil cumplir su misión pues los reclutas eran reacios a la disciplina militar. De todos modos logró la formación de dos unidades de combate: el Batallón Leales y el Escuadrón de Granaderos del Perú. Se trasladó a Pasco, con instrucciones de no comprometerse en acción alguna estando en desventaja, pero una avanzada de su división fue sorprendida y derrotada por el ejército realista comandado por Mariano Ricafort, su antiguo superior (abril de 1821).

En una segunda campaña a la sierra central sirvió como Jefe de Estado Mayor del general argentino Juan Antonio Álvarez de Arenales, quien le comisionó sorprender al general realista José Carratalá, quien se hallaba en el pueblo de Concepción, cerca de Jauja. Gamarra no pudo cumplir con la misión y se retiró a Jauja (mayo de 1821). Arenales se enfureció a tal punto con Gamarra, que llegó incluso a pedir a San Martín su separación del ejército.

Ocupada Lima por el ejército libertador, Gamarra se trasladó a la capital donde participó del entusiasmo generado por la Proclamación de la Independencia (julio de 1821) y estuvo entre los galardonados con la Orden del Sol. A continuación, como Jefe de Estado Mayor, se integró al destacamento patriota comandado por el general Pío Tristán que fue enviado hacia el sur, con la misión de ocupar Cañete e Ica. Pero al llegar al valle de Ica fueron atacados por el ejército realista de José de Canterac y sufrieron un serio revés en la batalla de la Macacona(7 de abril de 1822), tras lo cual Gamarra fue enjuiciado y se le suspendió de la milicia por cuatro meses.


imagen La Batalla de Ayacucho, donde Gamarra participó como Jefe de Estado Mayor del Ejército Patriota. Su contribución militar a lo largo de la campaña fue muy importante, pues conocía la geografía del país.

En medio de la convulsión política que atravesaba el Perú, José de la Riva Agüero fue nombrado Presidente de la República, a instigación de un grupo de jefes del ejército patriota (entre ellos Gamarra) amotinados en Balconcillo. Gamarra rechazó el ministerio de Guerra que le ofreció Riva Agüero; en cambio fue ascendido a General de Brigada (8 de abril de 1823) y partió junto con el general Andrés de Santa Cruz a la Segunda Campaña de Intermedios, contra los realistas del Alto Perú, que duró de mayo a septiembre de 1823 y concluyó en la desordenada "campaña del talón", sin resultado positivo para los patriotas.


Siendo inminente la llegada de Simón Bolívar, Gamarra se apresuró a manifestarle su adhesión. Se incorporó al Ejército Libertador, aunque no participó en la Batalla de Junín (6 de agosto de 1824) por pertenecer al arma de infantería que no intervino en dicha batalla. Pero en cambio, como Jefe de Estado Mayor fue uno de los artífices del triunfo alcanzado en la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), aunque su intervención no fue mencionada debidamente por Sucre en el parte enviado a Bolívar, omisión que Gamarra jamás perdonaría. De todas formas, recibió el ascenso a General de División en enero de 1825.


Prefecto del Cuzco (1825-1827)

El6 de febrero de 1825 fue nombrado por Bolívar como Prefecto del Cuzco y jefe militar de los departamentos del sur. Ese mismo año se casó en Zurite con doña Francisca Zubiaga y Bernales, quien llegó a ser conocida con el apodo de «La Mariscala».

Como Prefecto realizó una labor encomiable, pues sofocó inmediatamente la resistencia que aún intentaban oponer algunos oficiales realistas. Se preocupó además por incentivar la agricultura y por mejorar los servicios asistenciales y de la Casa de la Moneda.


Tras el retiro de Bolívar y la caída del régimen vitalicio en el Perú (1827) se mantuvo en la Prefectura y en el mando del poderoso ejército del sur, al servicio del gobierno del Mariscal José de La Mar. Fue elegido diputado por Lampa ante el Congreso Constituyente de 1827.

Invasión a Bolivia (1828)

En Bolivia aún subsistía el régimen vitalicio o bolivariano, con el mariscal Sucre a la cabeza, lo cual significaba un grave peligro para la frontera peruana del sur. A fines de 1827 varios motines ocurrieron en Bolivia en contra de la dominación colombiana, siendo todos sofocados. Pero otro ocurrido en la ciudad de Chuquisaca el 18 de abril de 1828 tuvo mejor éxito. Al intentar sofocarlo, Sucre fue herido en el brazo derecho y obligado a buscar refugio, viéndose obligado a delegar el mando en el general José María Pérez de Urdininea, Presidente del Consejo y Ministro de Guerra. Una reunión pública realizada ese mismo día en laUniversidad de Chuquisaca acordó llamar al general Gamarra y a las tropas peruanas apostadas en la frontera, las que inmediatamente penetraron en Bolivia cruzando el Desaguadero (1º de mayo). Gamarra manifestó entonces que su propósito era poner orden en el país, amenazado por la anarquía, y evitar que se atentara contra la vida del mariscal Sucre. En realidad llegó con la intención de poner punto final a la dominación colombiana en Bolivia, pese a no contar con la autorización del Presidente La Mar ni del Congreso peruano.


El avance del ejército peruano en Bolivia no tuvo mayor inconveniente. La mayoría del ejército boliviano hizo causa común con Gamarra, y sólo una pequeña parte le presentó oposición. Gamarra ocupó La Paz, Oruro, Chuquisaca, y posteriormente Potosí y Cochabamba. El general Urdininea se avino a llegar a un acuerdo con el jefe peruano, firmándose el Tratado de Piquiza (6 de julio de 1828) en el cual se acordó, entre otras cosas, la salida de todos los extranjeros del territorio boliviano, tanto tropas auxiliares colombianas como aquellos otros extranjeros que hubieran tomado parte activa en la política boliviana; también se dispuso la reunión de un Congreso en Chuquisaca para admitir la dimisión de Sucre y nombrar un gobierno provisional. Desde entonces Gamarra fue conocido como el Mariscal de Piquiza. Este suceso daría lugar a una fuerte enemistad entre Sucre y Gamarra y el empeoramiento de las relaciones con la Gran Colombia.


Guerra con la Gran Colombia (1828-1829)


El3 de junio de 1828 Bolívarlanzó una violenta proclama contra los peruanos y un mes después declaró la guerra al Perú. El Presidente La Mar aceptó el reto, y con la autorización del Congreso se puso en campaña movilizando hacia el norte el ejércitoy la marina peruanas.


La guerra fue pues, terrestre y marítima. En el mar, contando el Perú con superioridad indiscutible, la armada peruana al mando de Martin Guissebloqueó la costa grancolombiana entre Machala y Panamá y luego atacó y ocupó Guayaquilpereciendo heroicamente Guisse en el asalto.


La campaña terrestre no tendría el mismo resultado. La Mar, al mando de las tropas peruanas (el llamado Ejército del Norte), estableció su cuartel general en Piura, y luego avanzó hacia Loja en busca del ejército grancolombiano que mandaba Sucre. Otra parte del ejército peruano proveniente del sur del Perú y al mando del mariscal Gamarra (llamado Ejército del Sur) avanzó también sobre el territorio grancolombiano. La Mar asumió la dirección suprema de la guerra y Gamarra fue designado Comandante general del ejército. El objetivo inmediato que se propusieron ambos fue la ocupación de Cuenca. Los dos jefes peruanos no coordinaron bien sus movimientos y Sucre, actuando con su característica habilidad, en la madrugada del 13 de febrero de 1829 sorprendió el parque de artillería peruano en el pueblo de Saraguro y lo destrozó.

A continuación Sucre, al frente del grueso de su ejército (unos 4,000 hombres), logró derrotar a una división de vanguardia del ejército peruano (unos 1,000 soldados) en el lugar denominado Portete de Tarqui, cerca de Cuenca (27 de febrero de 1829). Fue un revés para los peruanos pero no una derrota decisiva, al no producirse un encuentro o batalla campal entre ambos ejércitos, que se aferraron a sus posiciones.


Hay serios indicios para suponer de que detrás de estos “reveses” del ejército peruano estuvo la mano oculta y traicionera de Gamarra, quien, aliado con los generales Andrés de Santa Cruz y Antonio Gutiérrez de la Fuente buscaba, no la derrota de los grancolombianos, sino la caída de La Mar, sobreponiendo sus intereses subalternos a los de su patria. La Fuente, que estaba en Arequipa con un ejército y con orden de marchar a la frontera grancolombiana, jamás llegó al teatro de operaciones. Por su parte Santa Cruz se hallaba entonces como Embajador en Chile y poco después pasó a ocupar la Presidencia en Bolivia, desde donde maquinó planes para realizar el proyecto de una Confederación con el Perú.

Se ha llegado incluso a acusar a Gamarra de reunirse secretamente con Sucre, y que intencionadamente propició que el Ejército del Norte (dirigido por La Mar) sufriera descalabros, para que el Ejército del Sur (comandado por él) se convirtiera en el núcleo del Ejército peruano y poder así arreglar la paz con los grancolombianos. En defensa de esta tesis se ha argüido que Gamarra ordenó la retirada de sus tropas en la batalla del Portete de Tarqui. Sus defensores, en cambio, niegan que tal orden tuviera una oculta intención, resaltando el hecho que Gamarra demostrara un comportamiento valiente en el curso del combate, a tal punto que fue herido y le mataron dos cabalgaduras.

Derrocamiento de La Mar y la paz con Colombia

Luego del revés de Tarqui y no obstante contar todavía con un ejército superior, La Mar aceptó el ofrecimiento de Sucre de hacer la paz. Se firmó así el Convenio de Girón (28 de febrero de 1829), que entre otras cosas, estipulaba la desocupación del territorio grancolombiano por el ejército peruano, es decir Lojay Guayaquil. Representando a La Mar firmaron Gamarra y el coronel Luis de Orbegoso. En su correspondencia Gamarra hizo notar que la situación del ejército peruano era insostenible, pues al perder su parque en Saraguro no tenía municiones suficientes y para colmo la caballería estaba en mal estado, todo lo cual impedía maniobrar en un territorio tan áspero como la sierra de Cuenca.

En cumplimiento del Convenio, el ejército peruano se retiró a Piura, pero la guarnición peruana de Guayaquil se negó a desocupar el puerto, hasta que el Congreso peruano aprobara dicho Convenio. Luego, debido a excesos cometidos por los colombianos (fusilamiento de prisioneros, así como agravios verbales inferidos al Perú y consignados en el parte y en el decreto de premios para los vencedores de Tarqui que expidió Sucre), el Presidente La Mar suspendió la ejecución del Convenio hasta que no se dieran los desagravios correspondientes; de lo contrario hizo saber que estaba dispuesto a proseguir la guerra. Pero en la noche del 7 de junio de 1829 una conspiración de los jefes del ejército peruano en Piura dirigidos por Gamarra depuso a La Mar y lo obligó a embarcarse para Costa Rica. Simultáneamente en Lima, Antonio Gutiérrez de la Fuente, cómplice de Gamarra, derrocaba al encargado del mando Manuel Salazar y Baquíjano y asumía el poder con el título de Jefe Supremo.


Gamarra, ya como Jefe del Ejército del Norte, firmó el armisticio con la Gran Colombia (10 de julio de 1829), por el cual se estipulaba la supresión de las hostilidades por 60 días, la supresión del bloqueo de la costa ecuatoriana y la entrega de Guayaquil. Finalmente, se firmó la paz entre el Perú y la Gran Colombia por el Tratado Larrea - Gual (22 de septiembre de 1829). La Gran Colombia, antecedente de la República del Ecuador, respetó entonces los derechos del Perú sobre los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, a los cuales jamás consideró «territorios grancolombianos».

Presidencia del Perú

Primer gobierno (1829-1833)

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